Pequeña intro.
Las conocidas como bicis de piñón fijo llegan a nuestras ciudades trayendo consigo una nueva cultura urbana.Todo un movimiento mucho mas complejo de lo que parece, conócelo!
Para aquellos que desconozcan el término
fixed se trata de bicicletas con piñon fijo.
Es decir, las bicis no disponen de marchas con lo que no tiene punto
muerto. Al carecer de marchas no se puede dejar de pedalear y es ahí
donde está la gracia. El ritmo se marca en función de la cantidad de
pedaladas que se den. Uno de los aspectos más polémicos de las
fixies
es frenar. Para frenar algunos llevan freno delantero como apoyo, pero
por lo general se frena haciendo presión sobre los pedales o
disminuyendo el ritmo hasta detenerse. Puede resultar difícil en un
principio y es por ello que ha muchos no terminan de convencerles las
fixies. Y por el contrario a otros es precisamente esa emoción la que les acerca mas a este tipo de bicicletas. Un culto que nace en ciudades como Londres y Nueva York cunas de movimientos urbanos, y ahora ve su expansión en ciudades como Madrid.
Partes de la fixie.
En esencia son como las bicis que se usan en los velódromos.
Estéticamente se intenta reducir la idea de bicicleta a su mínima
expresión. Sólo un cuadro, dos ruedas, pedales y manillar. Además se
busca conseguir que sea lo más ligera posible y algunos llegan a
recortarles los manillares para poder pasar entre los coches sin
llevarse retrovisores de por medio. Uno de los atractivos de estas bicis
es que puedes construirla tu mismo. Al tener una mecánica sencilla, en
comparación con otros modelos, hace que sus propietarios puedan
modificarlas con sus propias manos sin tener que acudir obligatoriamente
a un taller. Esto hace que el dueño sea totalmente independiente de
modelar la bici a sus necesidades y gustos personales. Destacan los colores y las composiciones llamativas, aunque los mas clásicos optan por la sencillez y los colores simples.
En futuras entradas iremos conociendo más sobre este movimiento.